Se han hilvanado muchas leyendas alrededor de un fenómeno curioso y, en ocasiones, sobrecogedor. Muchas personas han observado en los páramos, los pantanos y los cementerios unas luces tenues que se mueven de un lado a otro, y que en ocasiones parecen seguir incluso a las personas. Estas luces son conocidas como fuegos fatuos. Muchas historias dicen que son almas en pena, o bien las luces de hadas y duendes.
Estas lucen son en realidad producidos por escapes de un gas llamado metano, que se escapa del suelo y se inflama al contacto con el aire si las condiciones de concentración, temperatura y humedad lo permiten.
Este gas se produce por la descomposición de materia orgánica, como plantas, excrementos y animales muertos a poca profundidad bajo tierra húmeda. La descomposición la producen las bacterias que se alimentan de estas materias orgánicas, y en el proceso producen gas metano.
El metano producido de esta forma normalmente se escapa a la atmósfera de forma gradual, diluyéndose y perdiéndose. Sin embargo, bajo una capa de tierra húmeda el gas puede quedar atrapado, concentrándose continuamente. Al final el gas acumulado encuentra una vía de escape hacia la superficie.
Por lo general estos escapes de gas se diluyen sin problema en el aire, pero si la atmósfera está relativamente en calma pueden permanecer un rato sobre la tierra. En ocasiones, al mezclarse el gas con el oxígeno se inflama, dando lugar a esas luces misteriosas. La mayoría son azuladas, pero dependiendo de las sustancias que formen el gas puede adquirir tonos amarillentos, rojizos o verdosos. La temperatura de esta llama es muy baja, y de hecho puede que ni siquiera logre quemar la hierba que puede haber a su alrededor. Como es un gas tenue el menor movimiento de aire puede agitar la llama, que se moverá e incluso puede encender otros escapes de gas semejantes en las cercanías. De hecho, si una persona se halla cerca de un fuego fatuo y se aleja de él, la corriente de aire resultante de su movimiento puede arrastrar la llama en su persecución.
Este es un fenómeno típico de terrenos con maleza y mucha humedad ambiental, tales como pantanos, ciénagas y selvas. Naturalmente se puede dar con frecuencia en cementerios por los gases producidos por los cadáveres. Sin embargo también puede darse en terrenos secos, en los que la lluvia haya creado una franja subterránea de tierra húmeda. No tiene nada de misterioso, y no son peligrosos.
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